Necesito escribirme, sentirme, pausarme. Me necesito hoy más que nunca. Y mañana, y los días que correrán también.
Es un acto, un verbo en gerundio. Un decidirse. Un aburrimiento lleno de ilusiones por el simple hecho de que voy a volar (con el pensamiento -difuso-). Confusión y poca empatía hacia mí misma.
Quiero crear y conseguir todo aquello que pasa por mi mente en un chispazo de esperanza.
Sí, yo quiero.
Sí, yo puedo.
Y sí, yo lo hago.
No se trata de creérselo tanto. Quizás, sólo se trata de visualizarlo en el más allá. De hacerlo, y ya.
Hubo un instante detrás de otro donde constantemente me imaginé a mí misma, siempre, haciendo lo que más amaría en el mundo.
Me necesité y me necesitaré en un futuro para hacer realidad mis sueños.
Para inventar,
para soñar
y hacer de esto iluso algo real.
Algo que se pueda sentir a toda costa.