MASCARADA EN EL PALACIO CONCINI

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#PoéticaVagabunda Reto 7 - Imagen: Masquerade Images, freepik

 

     Taciturno, Pietro camina por el sendero del parque en una fría y desapacible noche de invierno. Se cruza con una hermosa dama y nota que un sobre cae del libro que ella lleva bajo el brazo. Caballerosamente, se inclina para recogerlo pero, al levantar la vista, la silueta de la mujer se desvanece en la espesa niebla. Con la intención de devolver el sobre, se para bajo la luz de un farol; el sobre está en blanco y sólo contiene una escueta esquela: «Clarimonde. Palacio Concini». Movido por un impulso irracional, se dirige al edificio.

     El mayordomo lo intercepta en la entrada y le solicita la invitación. Pietro le entrega el sobre y, sin mediar palabra, el hombre verifica el contenido y le permite pasar. El joven se mezcla entre los invitados que parecen ignorar deliberadamente su presencia. Supone que se sienten incómodos porque él es el único que no lleva puesta una máscara, y sale a los jardines. Ella aparece entre la bruma, tal como antes había desaparecido.

     —Me place que haya venido. Soy Clarimonde.

     —Señora, el placer es mío. Soy Pietro.

     Y sin más preludio, se arrancan las ropas y se revuelcan sobre el césped escarchado, hasta quedar enredados en un revuelo de cuerpos desnudos, entrelazados en frenética orgía.

     Por la mañana se despierta aturdido y angustiado.

     —¡Vaya, qué pesadilla! —exclama incrédulo.

     Un hilo de sangre chorrea por su garganta. Se levanta para revisar su herida, pero su imagen ya no se refleja en el espejo.

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