Caminaba a expensas de mis propios pasos, las pisadas no tenían la misma fuerza de hace unos años; ahora estaba inmiscuido entre los: "me duelen los huesos" y entre los "ya estoy cansado"; y es que, como seguir entre las ruinas del mundo cruel y despiadado; como avanzar cuando las alas te piden retroceso; ¿qué hacer?, sigo avanzando, hasta donde pueda; hasta donde quizás quiera...